Lápiz y Carbon

De adolescente trabajé con carbón y óleos a placer gracias a mi profesor de dibujo del instituto. Continué con abstracto como desahogo espontáneo hasta que descubrí la magia de pintar con lápiz.

Con cada retrato, con cada mirada, deseo que se pare el tiempo y que no exista nada más .

No es lo que ves sino cómo lo ves. Cada mirada es diferente, eso hace que una obra de arte muestre la magia que cada artista lleva dentro, única, intransferible e irrepetible.